¿Qué es el TDA-H?
Atendiendo al DSM-IV el TDA-H es lo que comúnmente se conoce como Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Hace referencia a un trastorno neurobiológico de carácter crónico, hereditario y evolutivo, que afecta 5-10% de la población infantil, llegando a un 60% en la edad adulta.
El TDA-H se caracteriza por la dificultad en el mantenimiento de la atención voluntaria en actividades académicas y cotidianas, que puede ir acompañado o no con hiperactividad o falta de control de impulsos. Para considerar el TDA-H los síntomas deben manifestarse en dos o más ambientes y durar más de 6 meses. Suele darse con mayor frecuencia en niños que en las niñas en una proporción 4:1, y lo padecen tanto niños como adolescentes y adultos de todas las condiciones sociales, culturales y raciales. Por tanto este trastorno se puede presentar con o sin Hiperactividad (TDA-H) y esta compuesto por tres subtipos:
- Predominantemente inatento. Si al menos 6 síntomas de atención, pero menos de 6 en el de impulsividad- hiperactividad están presentes por un mínimo de 6 meses.
- Predominantemente hiperactivo-impulsivo. Si al menos 6 síntomas de atención, pero menos de 6 en el de impulsividad- hiperactividad están presentes por un mínimo de 6 meses.
- Combinado (presenta tanto déficit de atención como hiperactividad e impulsividad). Si al menos 6 de los síntomas de atención y 6 de los síntomas de hiperactividad- impulsividad están presentes por un mínimo de 6 meses.
El tipo predominantemente inatento o TDA, se caracteriza por presentar:
- Distracción en las tareas, falta de atención y concentración. Presentan en muchas ocasiones confusión e inatención, lo que les lleva a una pérdida importante de la información. Todo ello ocasiona que en las instrucciones orales o escritas cometan errores.
- Generalmente, tienen dificultades en la memoria de trabajo y en retener información nueva.
- Estos niños no son muy activos. Suelen no completar sus tareas y evitan actividades que requieren de un trabajo mental continuo y de mucha concentración.
- Los síntomas se pasen por alto ya que son niños que generalmente no interrumpen las clases, lo que hace que se les malinterprete como perezosos, desmotivados e irresponsables.
- Ellos representan aproximadamente el 30% de todos los individuos que padecen del TDAH.
- No se caracterizan por ser niños agresivos, con lo cual no suelen tener demasiados problemas en crear amistades entre iguales.
El perfil hiperactivo-impulsivo, sin embargo, se caracteriza por:
- Inquietud en situaciones en las que se les exige que deben permanecer sentados.
- Continuamente está hablando, teniendo grandes dificultades en permanecer callado.
- Puede presentar un carácter más impulsivo, lo que le dificulta al establecer relaciones sociales debido a su carácter impulso.
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El TDA-H, es un trastorno del desarrollo caracterizado por niveles de falta de atención, sobreactividad, impulsividad inapropiados desde el punto de vista evolutivo. Estos síntomas se inician a menudo en la primera infancia, son de naturaleza relativamente crónica y no pueden atribuirse a alteraciones neurológicas, sensoriales, del lenguaje grave, a retraso mental a trastornos emocionales importantes. Estas dificultades se asocian normalmente a déficit en las conductas gobernadas por las reglas y a un determinado patrón de rendimiento, (Barkley en 1990).
Si comparamos las conductas de los niños inatentos con los hiperactivos-impulsivos, encontramos en común que a ambos les cuesta mantener la atención, seguir las rutinas y las órdenes o pautas de forma continuada y se diferencian por su impulsividad o precipitación:
En resumen, el niño/a que presenta TDA-H puede presentar estos comportamientos y manifestaciones:
- A nivel motor: Suelen ser inquietos y provocar interrupciones en clase (charlar con los compañeros, hacer ruido…).
- A nivel de de procesos psicológicos básicos: Dedican más tiempo a las tareas escolares ya que se distraen con facilidad debido a su dificultad de concentración, además esto repercute negativamente en sus resultados escolares. Ese bajo rendimiento escolar es consecuencia también de una mala memoria secuencial, produciéndoles dificultades de aprendizaje tanto en operaciones aritméticas, como en lecto-escritura.
- A nivel social: Su impulsividad les suele llevar a un deseo de terminar las tareas lo más rápido posible, lo que provoca que cometan tantos errores, como comerse sílabas o palabras cuando escriben o leen, confundir unas palabras con otra.
- A nivel emocional: Puede provocar una baja autoestima sobre si mismo apareciendo entonces otros trastornos como la depresión y la ansiedad, trastorno de conducta, trastorno oposicionista desafiante, en definitiva, una detección no temprana les puede conducir a cualquier tipo de conducta disfuncional.
BIBLIOGRAFÍA
CIE 10 (1994). Trastornos mentales y del comportamiento. Madrid: Meditor.
American Psychiatric Association (2002). Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV-TR), 1ª Ed. Barcelona: Editoral MASSON.
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